Preparación para la meditación: la concentración y el observador
La habilidad para enfocarse irá acompañada de la habilidad para desenfocarse.

Para llegar al estado meditativo, conviene prepararnos antes para la concentración y la ubicación del observador, es decir, nosotros mismos. De esa manera, podremos situarnos de manera que podamos dedicar toda nuestra atención a la meditación
La concentración (DHARANA)
Es la primera fase de entrenamiento con la atención y nos ayudará a progresar en la meditación. La dharana es una herramienta de meditación, no un objetivo. La atención la podemos dirigir y sostener a voluntad, y también podemos concentrarla. A la capacidad de concentrar la atención la llamamos Dharana.
Hay concentración pura, exclusiva y 100% volcada en un objeto, y concentración preferente, que es más ligera y contiene algo de observación Puede realizarse sobre un elemento externo o interno.
La habilidad para enfocarse irá acompañada de la habilidad para desenfocarse.
Dharana nos aporta:
- Calma y bienestar
- Templa nuestro carácter
- Seguridad en nosotros mismos
- Nos ayuda a sostenernos emocionalmente
Un ejercicio que os ayuda a asimilar la Dharana es el SARANAN.
Entre las complicaciones que podemos tener para conseguir la atención, tenemos:
- Vivencias del pasado
- Nuestra actitud hacia vivencias del pasado
- Estado mental
- Estado emocional
- Ideas sobre las cosas
- Tensiones internas
Para ayudar a este proceso, nos tendremos que ubicar en el observador (en Mahanaia), teniendo dos tipos de observador.
El observador en la meditación
a. Observador pasivo
Observamos todo en la distancia, como si lo observado no fuese con nosotros. No interviene ni juzga. Solo observa. Meditación clave en budismo, conocida como ANAPANASATI.
Una práctica excelente para ejercer la concentración sería:
- Saranan 3 vueltas
- Ubicación del observador
- Mahamudara y apertura al maestro interior 5’
- 15´de Anapanasati
El objetivo del Anapanasati, es ejecutar el vector de la atención como anclaje, pero la idea es irlo abandonando y pasar a la apertura al maestro interior y la Shakti Superior directamente.
b. Observador activo
Primero detecta, luego observa y luego ejecuta una entrega o solicitud de intervención de lo superior y un acercamiento a lo detectado. Este se utiliza cuando se ha dominado la práctica con el observador pasivo. Entre las prácticas recomendadas tendríamos:
- Observar la respiración y reconducirla a Raja Pranayama
- Estar en continuo diálogo con el maestro interior
Previo a la meditación, ejercitamos Raja Pranayama contando, luego aplicamos un anclaje (por ejemplo ubicar al observador en el centro del pecho). En la práctica suelen haber movimientos procedentes del cuerpo (incomodidad al sentarse, dormirse, encorvarse, se duermen las piernas) y de la mente (pensamientos). Con la práctica insistente, estas dificultades se van mitigando
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