La práctica de yoga en casa
Ese pequeño momento del día solo para mi mente y mi cuerpo

Uno de los objetivos de mi labor como profesora de yoga, es transmitir a mis alumnas/os los beneficios de la práctica y al mismo tiempo, alentar para que introduzcan la práctica en casa. Esto nos da los medios y la libertad para practicar en cualquier momento.
Normalmente, la práctica en casa, requiere unos conocimientos previos, aunque sí es verdad que no hace falta que sean muchos. Solo unas vueltas del saludo al sol puede ser una práctica muy buena, aunque faltaría una concentración mayor a través de asanas más estáticas, que dieran al trabajo en casa un sensación de práctica completa.
El primer paso para comenzar a practicar yoga en casa
Parece una obviedad quizás, pero el primer paso es obtener una buena esterilla de yoga. No vale una de gimnasia (muy gorda) ni una de cualquier otra disciplina. Tampoco sirve el suelo (muy frío y duro) y las alfombras depende, si son muy gruesas pueden incitar al sudor y ser demasiado blanda. Además conviene que sea la esterilla propia, no la de otros. Por otro lado y profundizando un poco más, puede ser interesante saber el porqué de querer practicar yoga. Hay dos posibilidades: Bhava y abhava (pincha en este artículo para leer sobre ello).
Cuando empezar a practicar yoga en casa
Lo ideal, es aprender a través de clases con un profesor/a cualificada, que nos enseñe a alinear de forma adecuada para evitar lesiones y al mismo tiempo, recoger todos los beneficios de la práctica. Cuando ya se han interiorizado las posturas clave y se haya ejercitado de manera adecuada la respiración dentro de cada postura, podemos decir que la alumna/o está preparada para la práctica en solitario. En este caso, suelo recomendar una tabla breve para que la alumna /o practique en casa, en función de sus necesidades personales. De esa manera, puede realizar la tabla completa en clase (2-3 veces por semana es lo ideal) y los otros días realizar la tabla personalizada en casa, la cual hará mayor hincapié en las posturas que más benefician a la persona en concreto y que no tiene que compartir con el resto de la clase. La tabla breve incluiría un breve calentamiento, alguna postura de equilibrio, alguna de pié, un par sentadas y alguna invertida. De esta manera, puede practicar en cualquier sitio donde haya una esterilla o alfombra.
Otra forma de practicar en casa es a través de clases online. Hay muchas disponibles, pagando una mensualidad. El problema que veo en estas clases es que, al no tener hora fija (lo puedes hacer en cualquier momento), adquirir rutina es muy difícil. Por otro lado, está la dificultad que no hay una profesora/r que nos corrija ni que nos adapte las posturas en las que necesitamos apoyos. En definitiva, no tenemos una guia personal que nos lleve a la práctica correcta.
En qué momento del día es mejor practicar yoga en casa
Una respuesta clara sería: cuando se pueda. La mejor hora y momento del día es sin duda primera hora de la mañana, después de levantarse, sin haber comido ni bebido nada. De esa forma, el cuerpo está descansado y con la digestión hecha, y los primeros movimientos del día serán posturas de yoga, dejando el cuerpo trabajado y flexible el resto del día. ¿Nos aportará esto un día tranquilo y flexible también?. La única pega a este horario es que hay posturas que son muy exigentes y van encontrar el cuerpo algo frío, por lo que un buen calentamiento a través de saludos al sol o vinyasas (posturas vigorosas y encadenadas) es vital, o bien realizar un hatha yoga suave o un yin yoga. Por lo tanto, depende de cada uno y sus objetivos. Por ejemplo, si una noche no puedes dormir, una tabla de yoga orientada a la relajación puede ser de gran ayuda, aunque sean las 4 de la mañana.
La tarde es otro buen momento, a mi me gusta particularmente al final del día solar, cuando comienza a anochecer. Eso me da la energía para zambullirme en el resto del día, especialmente tras un día de trabajo intenso. Esto es particularmente adecuado para las personas con trabajos sedentarios y mecánicos o sentados delante del ordenador: el yoga nos corrige posturalmente, nos da el aire que nos falta y nos para la mente (si meditamos al final de la práctica, mucho mejor). Si la jornada de trabajo ha sido muy intensa nos vendría mejor un yoga suave o yin yoga, para relajar y calmar.
Respecto a la digestión, es lo estándar en todas las disciplinas , recomendar la práctica con la digestión hecha, es decir, que hayan pasado al menos 2 horas desde la última comida (si se ha comido ligero) y alguna hora más si se ha comido mucho. El yoga después de comer será más difícil y pesado y entorpece enormemente la realización de posturas invertidas. Asimismo, la meditación puede convertirse en siesta fácilmente, dificultando mantener el estado de vigilia.
Con qué frecuencia es recomendable practicar yoga en casa
Si vamos a clase 2 veces en semana, la respuesta sería: los 5 días restantes. El yoga se puede practicar a diario, es más, es recomendable todos los días, una práctica aunque sea corta, de unos 20 minutos. Como conversaba un dia con un amigo profesor, mejor todos los días 20 minutos que dos días a la semana dos horas cada dia. No obstante, no es lo mismo practicar yin yoga todos los días, que dos series de Ashtanga todos los días. El esfuerzo físico es notablemente mayor en el caso del Ashtanga y ahí, debemos escuchar nuestro cuerpo. Lo importante es que cada una/o encuentre su ritmo y espacios adecuados. Y sobre todo, que la práctica del yoga se convierta en algo que ya es parte de nuestra vida.
Y otra cosa importante, que la práctica en un sitio tranquilo y sin interrupciones, que sea un momento del día solo para tí. Disfruta la práctica.
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