Fundamentos de la Gestalt: el «aquí y ahora» y el «fondo y figura»

El "todo" es mayor que la suma de sus partes

Gestalt fondo y forma

Para conocer la Gestalt, psicoterapia de principios del siglo XX sistematizada por Fritz Perls,  explicaremos las bases que hacen sostener a esta terapia y los fundamentos de la misma . Gestalt es «todo», porque el todo es mayor que la suma de sus partes. Comenzaremos con las bases del «aquí y ahora» y » fondo y figura».

La Gestalt  y el “aquí y ahora”

Solo existe lo que está ocurriendo en este momento. Lo que siento ahora, experimento, lo me que hace vibrar, es lo único que existe.  De la misma manera, si quiero cambiar algo, actuar o decidir, solo podré hacerlo en el ahora. Por ello la terapia Gestalt evita ir al pasado o al futuro: siempre está en el presente.

Puedo estar en el “ahora” pero no el  “aquí” (por ejejmplo, si hablo con vecinos sobre otras personas por ejemplo). Y puedo estar en el “aquí” sin estar en el ahora (si estoy presente en una conversación pero pienso en otra cosa y no escucho al interlocutor).

Vivir el “aquí y ahora” no excluye la acción de acordarse, hacer proyectos o referirse a realidades lejanas. Lo que propone la Gestalt es permanecer consciente en aquello que me pasa a mí. ¿Qué me hace pensar en esto?. ¿Cuál es la emoción que tengo ahora?. En lugar del » por qué» de la escuela psicoanalítica, nos centramos en el «qué » y el «cómo».

 

La Gestalt y el “fondo y la forma”

Es imposible aislar un fenómeno de su entorno. No se puede separar la “forma”, la “figura” (lo que aparece, se percibe, lo consciente), del “fondo” (lo que está subyacente, inconsciente, en segundo plano).

Claro que una misma situación, dependiendo de quien la esté experimentando, tendrá una “figura” y un “fondo” diferente.  La figura para el director de orquesta no es la misma que para el violinista principal.

Cuando el organismo funciona bien, la relación de la figura y el fondo se hace de forma armoniosa y flexible, de forma que en un momento dado un elemento del fondo se puede separar, delinear y tomar forma, haciendo pasar a la figura anterior a un segundo plano. De la misma manera esta segunda figura se puede desdibujar  y pasar a un segundo plano dejando espacio para que otra figura emerja.

 

Cuando hay desarreglos del funcionamiento del  organismo, encontramos 3 tipos diferentes:

  1. Obesionados: personas en las que el `primer plano está ocupado siempre por la misma figura. Sea el éxito, el sexo, gustar, ganar dinero, ser mártir, enfermo,…pasando de largo muchas otras realidades que merecen vivirse.
  2. Reprimidos: ninguna figura puede nunca llegar al primer plano porque están “prohibidas” y rechazadas, ya sea la cólera, tristeza, alegría, fuerza, miedo. Demanda mucha energía porque la figura rechazada es fuerte. Se puede estar muy cansado, agotado, a fuerza de rechazar en el fondo de si mismo la ira por ejemplo. También este rechazo puede ser bueno, si estoy escribiendo un articulo y me apetece tomar algo. Puedo rechazar la entrada de esa nueva figura y así terminar el artículo y atender a esa otra figura luego, aunque eso me requiera mucha energía.
  3. Perpetuos indecisos: los que ninguna figura puede jamás imponerse con fuerza en el primer plano porque siempre están semi-nítidas en el fondo. De esa forma ni la alegría ni la tristeza son figuras, por lo que se quedan en el fondo, desdibujadas. No se sufre pero tampoco se disfruta.

En otro artículo, hablaremos de los otros fundamentos de la Gestalt: las resistencias y las polaridades.

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