Ahimsa : el primer yama

ahimsâpratist hâyâm tatsannidhau vairatyâgah (Yoga Sûtra, II.35)

ahimsa no violencia

ahimsâpratist hâyâm tatsannidhau vairatyâgah

(Yoga Sûtra, II.35)

El primer Yama: Ahimsa

En el segundo libro de los sutras de Patanjali, encontramos el primer de los 5 yamas o actitudes éticas: Ahimsa. La traducción más utilizada es «no-violencia», por lo que lo primero que nos sugiere este Yama, es: ¿cómo vivir sin violencia en nuestra vida?. Por lo que el sentido de la palabra «violencia», adquiere muchos tonos y muchos significados.  Pero, ¿que entiende el yoga por violencia?. Matar y hacer daño físico, son formas de violencia que entendemos claramente. Pero hay otras formas de violencia, que no implican nada físico, como la violencia psicológica o el abuso. La traducción más completa sería: «respeto por todos los seres vivos y no-violencia».  La práctica de ahimsa incluye la vigilancia y observación constante de nosotros mismos cuando interactuamos con otros, tomando nota de nuestros pensamientos e intenciones para actuar de forma no violenta.

Afabilidad, amabilidad, cordialidad, dulzura, suavidad, ternura son algunos de las características de la no-violencia. También lo son comprensión, paz, diálogo, amor, comunicación, acuerdos, compasón y empatía.

¿Y donde empieza este respeto y no violencia hacia los demás seres vivos?. Por el respeto y la aceptación y no violencia hacia uno mismo.

El respeto y no violencia a uno mismo

El respeto a uno mismo comienza por el autoconocimiento. Algunas de las reflexiones respecto a esa no violencia podrían ser:

  • cómo reacciono emocionalmente
  • me escucho cada momento
  • qué siento en cada momento
  • dedico tiempo para mi misma
  • me acepto tal y como soy

En la práctica del hatha yoga, nos encontramos con pequeños desafíos constantemente.

  • ¿cómo es mi diálogo interior cuando pierdo el equilibrio en una asana ?
  • ¿cómo me hablo?
  • ¿cómo me trato?
  • ¿respeto los límites de mi cuerpo y mi respiración?

Otras formas de entender la no-violencia

Se puede entender Ahimsa desde muchas perspectivas. Por ejemplo, la no violencia física respecto a humanos y animales. Esto llevado a su máxima expresión, nos llevaría al Jainismo, cuyos practicantes no comen no solo carne o pescado, sino tampoco verduras de raíz como las zanahorias, porque al arrancarlas, pierden la vida muchos pequeños seres vivos. A partir de ahí, hay muchas variantes, hasta personas que comen carne pero de animales que no han sido tratados con violencia.

Otra variante es la violencia psicológica, los abusos o los malos tratos, todos signos de violencia hacia humanos o animales. Como dice Swami Kriyananda, el verdadero significado de Ahimsa, es transformar el enemigo en un amigo, al recordar que el flujo de la vida corre por las venas de todos por igual.

Patanjali, se centraba más en defender Ahimsa como una actitud de la mente, más que en lo que hacemos literalmente. La violencia puede aparecer, pero se transforma en no-violencia cuando se hace consciente y presente, conformando así, la actitud hacia los demás. Este sería un enfoque más emocional, referente a la gestión individual de las emociones negativas, que nos conducen a estados violentos más que la prohibición de actuar de una determinada manera.

 

 

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